
TORONTO — Resultaba imposible de ignorar para los seguidores de los equipos de béisbol de Nueva York que observaban el Juego 2 de la Serie Mundial. No se trataba solo del evento en el que su club no participaba, sino del jugador que dominaba esa noche. Ahora se entendía por qué Mets y Yankees estuvieron dispuestos a mover cielo, tierra y varios cientos de millones de dólares para asegurar a un lanzador que nunca había lanzado en las Grandes Ligas. Yoshinobu Yamamoto desafiaba la fuerza ofensiva que Toronto ha mostrado en octubre y contenía las implicaciones de que un campeón defensor regresara a Los Ángeles ya con dos derrotas en la Serie Mundial. Yamamoto contrarrestó todo eso “con cuatro o cinco lanzamientos, todos con los que podría golpear a una pulga”, dijo Freddie Freeman, primera base estrella de los Dodgers. Añádase determinación y economía. **REDACCIÓN FV MEDIOS**







